La revolución digital no sólo representa cambios en el consumo de información, en la publicidad o el marketing, esta revolución representa cambios más profundos en eso que podríamos llamar cultura, entendida como un conjunto de reglas, valores y prácticas comunes a un conjunto de individuos. Así pues la revolución digital posibilita la aparición de nuevos formatos de creación, diferentes a los existentes y donde aparecerán nuevas áreas para el desarrollo creativo. Ya desde este blog hemos hablado de la cultura del remix como fruto de la aparición de nuevos formatos, hoy nos centraremos en la velocidad, en el cambio de ‘tempo’ propuesto por Internet y la revolución digital y que está dando lugar al desarrollo de nuevos tipos de formato, la consolidación de formatos anteriores minoritarios o la radiante actualidad de algunos movimientos artísticos de la vanguardia como el futurismo y sus odas a la velocidad.
La velocidad de difusión de cualquier información ha incrementado hasta el punto de la instantaniedad, el acceso a la información nunca ha sido tan fácil, el volumen de información generado en los últimos 10 años es superior a toda la información generada en todo el periódico histórico anterior, ante este panorama los nuevos formatos más cortos, directos, de consumo rápido y fácilmente entendibles prosperan.
Sin duda Twitter representa un claro ejemplo de tecnología adaptada a los nuevos tiempos, proponiendo un nuevo formato instantáneo, directo, fácil de seguir y que está dando lugar incluso a un nuevo género literario.
El éxito de Youtube también responde al incremento de velocidad, contenidos accesibles en un click, cortos, directos… así pues vídeos de música, escenas de películas (segundos o pocos minutos), mini-tutoriales, se muestran millones de veces al día en Youtube.Las horas transcurren muy deprisa para plantarnos durante una pantalla 2 horas seguidas, no estoy diciendo que formatos como el largometraja desaparecerán, sino de plasmar la ventaja y adaptación de nuevos formatos a la nueva época que vivimos.
El blog, no es más que una sucesión de relatos cortos, directos, de consumo rápido (algo que no indica pérdida de calidad), los escritos en breves porciones de tiempo, porque la cambiante realidad no da tiempo a detenerse.
Este nuevo tempo, acelarado y veloz, también impulsa formatos anteriores que se benefician de este consumo rápido; los cortometrajes, los vídeos musicales, los EPs (discos de pocas canciones), las series televisivas, el relato corto. Cortázar y Borges, que anticiparon la era digital, el primero con Rayuela y el segundo con relatos como El Aleph o la Biblioteca de Babel, ensalzan así pues su mirada de visionarios con su dedicación al relato corto.