Las novedades llevan a excesos, especialmente las tecnológicas, nos dejamos llevar por el avance por la atracción de las promesas y a menudo perdemos la objetividad del análisis. A uno que le gusta llevar la contraria, siempre está abierto a escuchar puntos de vista críticos.
Fruto de ello he acabado leyendo un libro de títular sensacionalista pero atrayente «El desengaño de internet. Los mitos de la libertad en la red«. El libro, tal vez excesivamente crítico con las nuevas tecnologías de la información, tiene un interesante punto de reflexión a cerca del sobredimensionamiento de los medios sociales digitales en la política actual (el conocido como «ciberutopismo»). Grandes logros de la revolución digital como la revolución verde iraní, son desmontados y acaban fracasando de manera objetiva, otro ejemplo es el empuje institucional de plataformas como Twitter para democratizar ciertas zonas sin promover otro tipo de cambios estructurales o ayudas al desarrollo.
Si esto es así en política ¿no podría estar pasando algo parecido en el mundo del consumo y el márketing? Resulta cuanto menos curioso, que en esta época donde el consumidor tiene más poder que nunca, nos encontremos en una de las épocas más desiguales de la historia, donde existe mayor concentración de poder por parte de las élites empresariales y financieras, donde en muchos sectores se pactan precios (telecomunicaciones y energía por ejemplo), donde la brecha salarial entre directivos y empleados cada vez se hace más grande. ¿no será que expresar opiniones digitales es muy fácil pero realizar acciones fuera de la pantalla es más complicado?
La crítica en redes sociales es sencilla, tanto como alagar con un simple me gusta en Facebook, pero de ahí a hablar de una democracia del consumidor y la llegada de una nueva época es cuanto menos excesivo (y reconozco que yo lo he hecho). Al menos si que deberíamos ser capaces de reflexionar sobre que hace falta mucho más; hace falta un cambio real corporativo, donde la variable económica no sólo sea la única en marcar las decisiones y otros factores como el bien social o la creación de experiencias sea valorada, resumiendo todavía andamos lejos de llegar a esa «economía post consumo» de la que algunos ya hablan como el siguiente paso.
No pretendo ser crítico con las plataformas actuales, pero creo que tampoco hay ser tan ingenuo para pensar que dar un 20% de descuento en Facebook y hacer un concurso en Twitter es dar el poder al usuario y como usuarios deberíamos pedir más, mucho más. Tanto empresas como usuarios todavía tienen que acercarse mucho al uno al otro y sobre eso es lo que tenemos que pensar y ahí es donde esté el futuro digital, las redes sociales nos proveen de herramientas y canales, ya disponemos de ellas, ahora hay que seguir pensando en lo más importante en lo que hacemos y circula por ellas y eso, que no se nos olvide, está más allá de lo digital.
Buen trabajo amigo te felizito por el blog 🙂
Muy buen post, ¡tienes toda la razón ! ¡te felicito de verdad.!
Hola!
Interesante el artículo sobre Marketing digital, les comento que muchas empresas utilizan la publicidad en facebook para contactarse e interactuar con sus seguidores mostrándole las ultimas novedades y respondiendo a sus inquietudes.
Éxitos en tu blog. Saludos, Mafe.
Considero que el salario de un directivo con un nuevo modelo publicitario no tiene mucha relación.·Entiendo por donde vas, sin embargo esto va más allá.
En realidad las desigualdades siempre las ha habido pero la opción de revatirle a una marca, de desmentir lo que dice un política de averiguar una verdad encuebierta, eso, exactamente eso no se podía hacer.
Acuerdate sino de las polémica de Nestle (kitkat),por decir algo.
Que la sociedad cambie o no la forma de concebir la política socioeconómica no significa que no haya habido una revolución digital. De hecho, la habido y muy importante.
Evidentemente el mundo de las redes sociales ni es, ni sera tan bonito como nos quieren hacer creer, pero eso no quita que constituya una excelente herramienta de comunicación para la sociedad. El problema es que como tu comentas, nos conformamos con lo poco que nos dan, olvidandonos precisamente de que el valor de una red social no reside en el poder de su herramienta sino en el que le otorgan sus usuarios. Excelente publicación!