Henry Ford inventó la cadena de montaje y con ella una de las más prósperas etapas del capitalismo. En una cadena de montaje el trabajo del operario se limita a una acción repetida, desconectada del producto final y que si bien lleva a grandes incrementos en eficiencia y productividad, conduce a un estado de alienación del trabajador respecto a su trabajo. Tal vez la cadena de montaje resultaba apta para la fabricación de coches ó pantallas ¿pero qué sucede con las empresas digitales? ¿Podemos realizar divisiones claras del trabajo? La respuesta es no.
Uno de los grandes retos de las empresas que se mueven en la revolución digital es la gestión y retención del talento; los cambios producidos son tan importantes, la velocidad de cambio tan grande, las interconexiones creadas tan numerosas que realizar divisiones claras resulta imposible, la transversalidad y verticalidad de las funciones se convierte en un rasgo que define la empresa moderna, enmarcada en un entorno digital.
Los ejemplos de los que podemos hablar son cientos; los expertos en Marketing se ven sorprendidos ante nuevas formas de comunicación, ya no sólo tienen que entender los objetivos de las empresas, sino también conversar con los usuarios y lo que es peor, comunicarse con los departamentos técnicos y aprender el uso de nuevas herramientas sociales. Un programador no sólo se debe limitar a programar, debe saber de usabilidad, entender la implicación de su trabajo en sus usuarios. Uno de los más claros ejemplos de esta transversalidad es el rol del SEO en una empresa, un SEO ha de saber de programación, de Marketing, de Social Media… al mismo tiempo que un los expertos en Social Media han de saber de Marketing, de SEO, de analítica web o de objetivos de negocio.
Frente a la creciente especialización que se demanda en el mercado laboral, existe un proceso paralelo y es el de la multidisciplinariedad de los roles, la búsqueda de perfiles y personas que entiendan las diferentes partes involucradas en su trabajo. Junto a ello aparecen nuevos modos de organización más basados en redes, que en la tradicional jerarquía. Hoy en día no vale con hacer bien tu trabajo, sino en entender como tú trabajo afecta al conjunto de la empresa, tener una visión amplia y general, es decir del hacer bien tu trabajo, a hacer tu trabajo para que se integre bien en el objetivo general de la empresa. No se trata de que tu diseñador haga la página más bonita, se trata de que tu diseñador haga una página bonita y que al mismo tiempo cumpla con los objetivos de comunicación de tu departamento de comunicación y con los objetivos de negocio de la empresa y que para ello deberá ser diseñada siguiendo unas directrices SEO.
Así pues, se acabó mirarnos el ombligo y empezar a mirar hacia todos los lados. Las personas que sepan entender esta complejidad, serán las únicas capaces de comprender el funcionamiento complejo del entorno digital.
Buen artículo (uno más), pero lo verdaderamente complejo es eso de: interdisciplinariedad 😉